El bebé tras el nacimiento está en un estado de alerta tranquila, a través del cual puede interactuar con su madre e iniciar el amamantamiento de forma espontánea. Por ello se debe colocar el bebé sobre el pecho al descubierto o en el abdomen de la madre para la estabilización del recién nacido, la vinculación madre-hijo y la lactancia materna.
Si la madre por su estado de salud no puede realizar esto, se recomiendo que sea el padre el que mantenga el contacto piel con piel, ya que puede ser beneficioso para ambos.
Más información en : http://www.abc.es/familia-padres-hijos/20130803/abci-piel-piel-201306281249.html
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